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ToggleLa adquisición de una nueva impresora como reemplazo de una que se ha averiado siempre plantea un problema, y no nos referimos únicamente a la amplia gama de modelos disponibles. Está más bien relacionado con el desembolso de dinero requerido al realizar la compra. En muy pocas ocasiones una impresora destinada al mercado doméstico resulta adecuada para una empresa, incluso si se trata de una empresa pequeña. Lo mismo ocurre, especialmente, en el caso de los equipos multifunción. Con frecuencia se necesita un equipo que no solo imprima documentos, sino que también permita escanearlos, hacer fotocopias e incluso enviar faxes.
Todo esto conlleva un aumento en el precio, y no precisamente insignificante. Sin embargo, afortunadamente no es necesario adquirir una impresora nueva para reemplazar la que se encuentra en la empresa, ni tampoco tienes que conformarte con una de segunda mano. Existe una posible solución: el alquiler de impresoras.
Una solución alternativa a la compra
Si optas por un contrato de renting de impresoras para tu PYME, podrás disponer de una impresora nueva sin necesidad de realizar un fuerte desembolso económico inicial.
A diferencia de la compra, con el renting de impresoras pagarás una cuota mensual para utilizar el equipo. Estos contratos suelen tener una duración de varios años, generalmente de cuatro o cinco, aunque también pueden ser más largos o ampliarse.
En la mayoría de los casos, el objetivo es que el contrato cubra prácticamente toda la vida útil de la impresora, o al menos lo suficiente como para que sea rentable. Una vez que el contrato llegue a su fin, tendrás la oportunidad de renovarlo si estás satisfecho con el rendimiento del equipo. En caso contrario, puedes solicitar que retiren la impresora y optar por otro contrato de renting con un equipo diferente.
Estas no son las únicas ventajas que ofrece el renting de impresoras. Hay algunas más.
¿Qué incluye un contrato de renting?
Es altamente improbable que un contrato de renting se limite únicamente al uso de la impresora. Por lo general, estos contratos suelen incluir una serie de servicios adicionales. Lo habitual es que se incluya el mantenimiento del equipo y revisiones periódicas.
En determinados casos, también se cubrirá la reparación de averías e incluso la sustitución de la impresora en caso de que sea irreparable. Gracias a esto, podrás olvidarte de cualquier tarea de mantenimiento o solicitar revisiones. La empresa con la que hayas firmado el contrato de renting de impresoras se encargará de todo.
En muchos casos, ni siquiera tendrás que preocuparte por el cambio de tóner o la reposición de cartuchos, ya que estos aspectos suelen estar incluidos en el contrato de renting de impresoras. Por lo tanto, solo necesitarás estar pendiente de reponer papel en las bandejas correspondientes de la impresora. Por supuesto, también deberás elegir la impresora que mejor se adapte a tus necesidades.
Teniendo en cuenta todo esto, si no deseas hacer un desembolso importante al comprar una impresora y tampoco quieres ocuparte de su mantenimiento, un contrato de renting de impresoras puede ser la solución perfecta para tu PYME.