Cuando se trata de elegir un sistema de impresión, muchas empresas se enfrentan a la pregunta de cuál es más conveniente en su caso: ¿la impresión offset o la impresión digital? La respuesta, como suele ser en muchos casos, es ambigua y depende de las necesidades específicas.
Una empresa pequeña o mediana que necesita imprimir cientos de páginas y carteles al día no tendrá las mismas necesidades que una compañía grande que trabaja con diferentes formatos de impresión y necesita producir miles de copias en papel diariamente.
Sin embargo, para determinar qué tipo de impresión es más adecuado, es importante conocer las diferencias entre ellas y en qué casos es más beneficioso utilizar una u otra. También es crucial tener claro cuáles son tus necesidades concretas y los costos asociados con cada tipo de impresión.
Para lograrlo, lo primero que debes hacer es analizar el uso que se hace de las impresoras existentes en tu empresa.
Además, es recomendable realizar encuestas internas que ayuden a aclarar posibles dudas. Una vez que obtengas los resultados, contarás con la información necesaria para tomar una decisión informada. Pero antes de eso, es importante aclarar un par de conceptos.
Impresión offset
Las máquinas utilizadas en la impresión offset son de gran tamaño y funcionan mediante rodillos. En este sistema, se crea una plancha matriz que contiene la imagen o elemento que se desea imprimir. Esta plancha luego se transfiere a un soporte de caucho, que es el que finalmente se utiliza para imprimir la imagen en el papel.
Por lo tanto, se trata de un sistema de impresión indirecto que se destaca por su alta calidad de impresión, incluso en superficies con imperfecciones o no completamente lisas, gracias a la capacidad del caucho de adaptarse a ellas.
Para llevar a cabo la impresión offset, se emplea un sistema de tres cilindros. El primer cilindro tiene una placa de aluminio flexible que actúa como matriz de la imagen a imprimir. El segundo cilindro está revestido con una goma de caucho y recibe la matriz del primer cilindro. Este segundo cilindro es el encargado de transferir la imagen al papel. Una vez impresa la imagen, el papel pasa por el tercer cilindro del sistema, que se encarga de fijar la impresión.
Además del papel, este sistema de impresión permite utilizar otros materiales, como tela o plástico. Es especialmente adecuado para imprimir grandes cantidades de copias de un mismo documento, como folletos, revistas o pegatinas. Sin embargo, no es adecuado para obtener unas pocas copias de cada archivo. Por lo tanto, se utiliza principalmente en grandes empresas, especialmente en industrias relacionadas con la impresión, el diseño gráfico, el marketing, la publicidad y los medios de comunicación.
Impresión digital
La impresión digital es ideal para trabajos que requieren urgencia y para tiradas de carteles y folletos no muy extensas. También es adecuada cuando no se necesita una calidad de impresión muy alta y se pueden aceptar copias con una resolución más ajustada.
Este método de impresión se basa principalmente en la tecnología láser, aunque también existen impresoras que utilizan la inyección de tinta, aunque esto es cada vez menos común.
En la impresión digital, se utilizan cartuchos o tóner con tinta o polvo de tinta de tamaño similar a los de una impresora convencional de oficina. La impresión en papel se lleva a cabo mediante un haz de luz láser que imprime la imagen en el soporte utilizando una corriente electroestática.
Este sistema permite obtener copias de buena calidad (aunque no tan alta como la impresión offset) a un precio razonable y asequible. Adicionalmente, a diferencia de la impresión offset, no es necesario aguardar a que la tinta se seque una vez que se ha impreso.
En resumen, la elección entre impresión offset y digital depende de las necesidades específicas de cada proyecto.
La impresión offset ofrece alta calidad en grandes volúmenes y diversos materiales, siendo ideal para grandes empresas. Por otro lado, la impresión digital es más flexible en plazos y costos, adecuada para trabajos urgentes y tiradas más pequeñas.
Es importante analizar las necesidades, materiales, volumen, plazos y presupuesto para tomar una decisión informada. La industria de la impresión sigue evolucionando, por lo que es importante mantenerse actualizado en las últimas tecnologías y tendencias. En última instancia, la elección debe basarse en un análisis cuidadoso y en comprender los objetivos específicos de cada proyecto.
