Cuando la impresora utilizada en la oficina ha estado en funcionamiento durante un período considerable, surge una pregunta recurrente: ¿es hora de renovarla y reemplazarla? Esta es una decisión que requiere atención, especialmente cuando se trata de impresoras de gran formato, que implican una inversión significativa para su adquisición. Por lo tanto, antes de dar el paso de renovar la impresora, es importante tener en cuenta varios aspectos.
En primer lugar, se debe evaluar si realmente es necesario realizar el cambio. Esto implica examinar el estado actual de la impresora y su rendimiento, determinando si aún está operativa. Si la calidad de impresión es deficiente o presenta fallos frecuentes, entonces se deberá considerar qué características y prestaciones debe tener la nueva impresora, según las necesidades específicas de la oficina o empresa.
¿Cuándo es necesario?
Cuando una impresora tiene un fallo grave y deja de funcionar, es evidente que es momento de reemplazarla si no es viable o posible repararla. Sin embargo, si la impresora sigue produciendo copias, puede que no sea necesario cambiarla en ese momento. Para evaluar si sigue funcionando de manera óptima, es importante considerar varios aspectos, como la calidad de impresión.
Aunque la impresora pueda estar operativa, si se observa que las copias no son tan nítidas como al principio y, por ejemplo, las letras tienen bordes irregulares, es posible que la calidad de impresión haya disminuido. Lo mismo ocurre con la suciedad en la impresión.
Con el tiempo, ciertas partes de la impresora pueden acumular suciedad, y su limpieza puede resultar complicada. Llega un momento en el que,
Lo mismo sucede si, con el paso del tiempo, la velocidad de impresión disminuye considerablemente. O si, aunque la velocidad de impresión al adquirir la impresora era suficiente, en la actualidad se requiere un modelo más rápido y de alta velocidad. Incluso si se ha realizado un mantenimiento exhaustivo para prolongar la vida útil del equipo. En todos estos casos, además de las averías graves, resulta necesario reemplazar la impresora.
Requisitos que debe tener
Además de lo anteriormente mencionado, es importante considerar el cambio de impresora cuando se hace evidente que se requiere una función adicional. Por ejemplo, si la impresora es antigua y no cuenta con conectividad Wi-Fi. En ese caso, resultará imposible imprimir desde un dispositivo móvil o un ordenador que no estén conectados físicamente a través de un cable, o si no se encuentran en una red empresarial cableada. Lo mismo ocurre si se tiene una impresora que no es multifunción y de repente se necesitan enviar faxes o realizar fotocopias.
Al momento de realizar el cambio, también es importante considerar si se necesitas una impresora a color en caso de que se estés utilizando un modelo en blanco y negro. Además, conviene evaluar si es más apropiado adquirir una impresora láser en lugar de una de inyección de tinta, lo cual dependerá tanto de la calidad de impresión requerida como del volumen de copias que se imprima con regularidad. Incluso puede que se necesites un modelo de impresora inteligente, capaz incluso de imprimir de forma remota.
En resumen, al considerar el cambio de impresora, es esencial evaluar si se requieren funciones adicionales, como la conectividad Wi-Fi, la capacidad de enviar faxes o hacer fotocopias. Además, se debe tener en cuenta si se necesita una impresora a color, un modelo láser en lugar de uno de inyección de tinta, o incluso una impresora inteligente con capacidades avanzadas.